Una vez estaba fray Nicanor, el
superior, barriendo la iglesia, cuando llegó un hombre rústico, gordo y
colorado, llamado Perico. Llevaba un pantalón de pana atado con una cuerda.
Miró al padre
superior, se limpió la nariz con
la manga y dijo:
- Déjame la
escoba, hermano. Yo te ayudaré.
- Pero si ya
he terminado.
- Pues
barreré otra vez.
Así lo hizo, y al terminar se
acercó al padre superior y le dijo:
- Me gustaría
barrer la iglesia todos los días y ser fraile como
vosotros.
El superior se agarró la barba un buen rato y
repuso:
- Tendrás que
pasar frío.
- Lo pasaré.
- Tendrás que
pasar hambre.
- La pasaré.
- Y tendrás
que dormir poco.
-¡Uf!, no sé si podré. Algunas veces me duermo
de pie.
El abad se sonrió y le preguntó:
- ¿Cómo te llamas?
- Perico.
El abad tocó la campana y los
frailes acudieron de todos los rincones del convento y rodearon a Perico.
Entonces el abad les enteró de que aquel hombre quería entrar en el convento.
Los frailes, al verle tan colorado, tan rústico y con aquellos calzones de pana
y aquellas botas, le preguntaron:
- ¿Sabes
leer?
- No.
- ¿Sabes
escribir?
- Tampoco.
- ¿Sabes
hacer cuentas?
- Sólo con
los dedos.
- Entonces,
¿qué sabes hacer?
- Yo sólo sé
contar cuentos muy bonitos.
Los frailes le dijeron que eso no
servía para nada y se marcharon dando un portazo. Perico se quedó solo en la
iglesia y se puso a llorar en un banco; le caían unos lagrimones tremendos. San
Francisco se compadeció de él y le dijo:
- ¿Por qué no
me cuentas un cuento?
- ¿Te gustan?
- Claro que me gustan. Estoy tan aburrido...
Perico le contó un cuento de un
zapatero que hacía zapatos maravillosos cosiéndolos con la punta de su nariz, y
San Francisco se partía de risa. Cuando estaba a la mitad del cuento llegaron a
rezar
los frailes y se extrañaron mucho
al ver a Perico allí.
- ¿Qué haces?
- Estoy
contando un cuento a San Francisco.
- ¡Eres
tonto! ¡San Francisco te va a escuchar!...
Bueno, pues al día siguiente se
lo encontraron otra vez delante del santo. Y se quedaron perplejos al ver que
había traído una vaca y una cabra.
- ¿Qué hacen
aquí esta cabra y esta vaca?
- Se las he
traído a San Francisco por si las quiere.
Los frailes miraron a San
Francisco para pedirle perdón.
- ¡Se está
sonriendo! -dijo fray Simplón.
Los frailes
se rascaron una oreja. San Francisco nunca se había reído.
- Está bien
–dijeron-. Te puedes quedar en el convento.
Perico dio un salto y abrazó a
todos los frailes. El padre superior le puso el hábito y le dio su bendición.
- Te llamarás
fray Perico y tocarás la campana.
Fray Perico salió corriendo y
tocó la campana con tanta fuerza que rompió la cuerda.
- Nos has
hecho cisco la cuerda -dijeron los frailes-. ¿Qué hacemos
ahora?
- Haremos un
nudo -dijo fray Perico muy colorado.
Cuando se despidió de su familia,
que había venido a acompañarle, su padre lloraba y él lo consoló:
- No llores,
padre, que San Francisco será un padre para mí.
Los hermanos
también lloraban.
-No lloréis,
hermanos. No me quedo solo. ¿No veis que tengo aquí
diecinueve
hermanos?
El padre superior les dio la
cabra y la vaca para que se las llevaran. Ellos se fueron con bastante pena.
Fray Perico, como era muy gordo, no cabía dentro del hábito. El abad le puso un
hábito de
fray Sisebuto. Fray Sisebuto era
muy bruto. Una vez venía un toro desmandado y, de un puñetazo, le puso la
cabeza al revés. Cuando se enfadaba daba unos portazos que los cuadros del
pasillo se caían al suelo. Fray Perico, pues, se puso el hábito de fray
Sisebuto, y fray Jeremías, el de la sastrería, tuvo que recortarle un palmo de
tela, pues fray Perico era bajito.
PREGUNTAS SOBRE EL TEXTO:
•
¿En qué época del año se produce la llegada de
Fray Perico al convento?
•
¿Qué hubiera ocurrido si a Perico lo hubieran
aceptado los frailes la primera vez que hablaron con él?
•
¿De quién era el hábito que le ofrecieron a
Perico?
•
¿Qué llevo Perico al convento?
•
¿Qué no sabía hacer Perico?
• Completa el texto:
Perico le contó un __________ (cuento/fábula)
de un _________ (fraile/zapatero) que hacía zapatos ___________
(grandes/maravillosos) cosiéndolos con la punta de la ____________(nariz/aguja)
y San ____________ (Julián/Francisco) se partía de la risa.
• Inventa otro desenlace del
texto leído:
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